- Era la reivindicación tradicional de las asociaciones de padres separados.
- Las feministas en su línea: encarcelar al varón y privarle de ver a sus hijos.
- Los tribunales otorgan casi siempre la custodia a la madre, aunque haya sido ella la que ha forzado la operación.
- Y encima, las falsas denuncias por violencia de género para sacar ventaja en los procesos de separación.
La ley contra
esta violencia fue aprobada asimismo por unanimidad en el Congreso en tiempos
de mayoría socialista y no ha servido para evitar asesinatos sino para que
muchas mujeres,convenientemente asesoradas por sus abogados acusen
falsamente a sus parejas de violencia de género para obtener la
custodia de sus hijos y salir con ventaja en el reparto patrimonial.
En caso de
separación, los jueces casi siempre otorgan la custodia a la madre,
mientras las asociaciones de padres separados siempre han reclamado la custodia
compartida, mientras las feministas a lo suyo: quitarle los hijos al padre (y
el padre a los hijos), quitarle patrimonio y, si hay suerte, meter a la pareja
en la cárcel. Ninguna exageración. De hecho, toda denuncia, aunque luego se
demuestra falsa, sobre maltratos por parte de una mujer puede conllevar, y ha
conllevado en muchas ocasiones, el encarcelamiento preventivo del presunto
agresor, sin diligencias previas.
Pues bien,
ahora el Supremo reconoce la
lógica: lo mejor para un niño es ser educado por madre y padre.
Han tardado
lo suyo.
Eulogio López
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