Diez consejos para que el encuentro no se convierta en una pesadilla
Se
trata de esas situaciones que a veces no se saben manejar. Encontrarse por
casualidad, de repente, con una ex pareja puede llegar a ser un trago o, por lo
menos, una situación incómoda que no sabemos gestionar. Haya
terminado bien, o no, la relación, toparse con un ex puede resultar muy
comprometido. «Hay que saber medir las distancias y el lugar que ocupa cada uno
en ese momento», explica Mila Cahue, psicóloga de pareja del Centro de
Psicología Álava Reyes.
Quizás sea la última persona que quieres ver en el mundo, o
quizás te alegres, o le eches incluso de menos. Para que ese encontronazo
fortuito te deje mejor sabor de boca, lo más importante es «saber terminar con
una buena conversación y con todo cerrado para que en futuros encuentros no
quepa el reproche». He aquí los diez consejos de Mila Cahue para salvar con
cordialidad y educación una situación que puede resultar muy molesta:
Puede ocurrir que tu ex no deje de reprocharte cosas, y sea
imposible tener una amistad o una conversación con él o con ella. En este caso,
la psicóloga aconseja que «no saludarse puede ser una alternativa aceptable si
se sabe que el otro no se va a mantener en los límites que corresponden».
2. Los temas pendiente con la ex pareja no se solucionan en estos encuentros casuales.
Si algo quedó pendiente es mejor quedar expresamente para hablar de ello.
3. Saludarse con cierto grado de cordialidad.
4. Despedirse cuanto antes, si una de las dos partes no quiere alargar la conversación.
5. Conviene que la conversación sea corta, sobre todo si se percibe que uno de los dos está incómodo. Si la
relación es buena se puede prolongar un poco más.
6. Contar nuestra vida y entrar en detalle puede sobrar. No lleva a ningún sitio. Cada
persona debe determinar hasta dónde quiere contar. Los ex ya no forman parte de
ciertos territorios de la intimidad afectiva. Hay que plantearse cuánto, por
qué y para qué queremos relatar ciertas cosas. Y, sobre todo, no sentirnos
obligados a hacerlo. Probablemente también existirán acontecimientos que no
queremos conocer o que ya no nos interesan.
7. Se puede hablar con naturalidad, pero siendo consciente de que un o una ex
forman parte del pasado. Por tanto, hay preguntas y gestos de cuando eráis
pareja no se corresponden con el momento que se está viviendo. Hay que intentar
evitarlos.
8. Rememorar viejos tiempos tampoco es buena idea. Lo
mejor es centrarse en el presente. «Hablar de intimidades del pasado puede dar
la falsa impresión de que esas intimidades pueden trasladarse al presente. Y si
hay parejas en la actualidad, por respeto hacia ellas, es mejor que el pasado
se quede donde está», aconseja Cahue.
9. Si en el encuentro está con otra pareja, nunca hay que perder las buenas normas de
educación y «uno debe saber cuál es el lugar que ocupa en ese momento, y
definitivamente ya no es el de pareja», aclara la psicóloga. Se saluda con
amistad pero nunca sobrepasando un límite que pudiera incomodar a esa pareja
nueva.
10. Si soy yo quien está con otra persona... Cada uno determinará cómo presenta a la
persona con la que esté. Si se trata de una pareja consolidada, «no hay ningún
inconveniente en presentarla como corresponde: la persona que en la actualidad
ocupa nuestra intimidad afectiva», asesora Cahue. «Nunca hay que humillar a la
pareja actual dejándola en un segundo plano por lo que pueda pensar alguien
que, afectivamente, forma parte del pasado».
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