“Miente, miente, que al final algo quedará... ...cuanto mas grande sea una mentira más gente lo creerá..."
Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi
Introducción
Según el DSM-IV, un síndrome es una agrupación de signos y
síntomas basada en su frecuente concurrencia, que puede sugerir una patogenia,
una evolución, unos antecedentes familiares o una selección terapéutica comunes.
Las ciencias de la salud, acuerdan en designar como síndrome sólo (y
sólo si) a un grupo de signos y de síntomas constantemente relacionados
entre sí, que expresan una situación patológica; cuando se corroboran, a
través de un número considerable de casos y durante un tiempo prolongado, la
concurrencia de los signos y síntomas que lo conforman. Cuando a su vez, se
convalidó la metodología utilizada y cuando se expusieron los estudios y
pruebas a consideración de la comunidad científica, para que cualquier
profesional del sector pueda fácilmente verificarlo de manera objetiva.
No obstante, en el lenguaje coloquial, en ciertas ocasiones se designa como síndrome a
síntomas o signos que adolecen de la falta de concurrencia y la consecuente
comprobación durante un período de tiempo en un número reiterado de casos
observables.
Desde la epistemología, es dable esperar que en la ciencia – y todas las
disciplinas científicas- se extreme la exigencia que evite que lo coloquial y
corriente, invada terrenos con pretendidas aspiraciones de legitimación. En
especial, en aquellos ámbitos donde se dirimen derechos fundamentales de las personas.
A pesar de una comunidad científica atenta y minuciosa, la historia – y la
historia de las ciencias - relatan algunos hechos donde parece haber encontrado
su inspiración Joseph Goebbels, llegándose a distorsionar el debate hasta
límites que hacen perder de vista el origen.
¿De qué hablamos
cuando hablamos de PAS?
El fenómeno del pretendido síndrome de alienación parental, es tal vez
un caso que merezca la atención y el análisis minucioso de la comunidad
científica, para evitar, con vistas al futuro, designaciones y consideraciones
apócrifas que, como en este caso, pueden dañar de modo grave e irreversible
aquello que se dice querer preservar: la niñez.
Acerca de los orígenes
En el año 1985, Richard Gardner, médico clínico norteamericano, en calidad
de perito técnico judicial y en el marco de un litigio por la custodia de los
hijos, nombra por primera vez una serie de conductas que presentarían los hijos
y/o las hijas de ese matrimonio que él denomina “síndrome de alienación
parental”.
En el año 1987, publica a través de su propia editorial: Creative
Therapeutics: “El síndrome de alienación parental y la diferencia entre
abuso sexual infantil fabricado y genuino” asociándolo directamente a las
denuncias -siempre en el ámbito judicial- de acusaciones de incesto hacia uno
de los progenitores, diciendo que: casi siempre la denunciante es la
madre, y quien es denunciado/acusado, es el padre. (sic)
Desde ese momento, R. Gardner asoció este pretendido síndrome de
alienación parental, a casos de litigio por la custodia de los hijos y - en
especial - cuando se acusaba al progenitor de abuso sexual hacia el hijo o la
hija.
Según R. Gardner, lo que él así denomina -PAS-, es un “lavado de cerebro”
al cual uno de los progenitores -generalmente la madre-, somete al hijo/a, en
contra del otro progenitor -generalmente el padre-, logrando de este modo “alienar”,
quitar a ese padre de la vida del hijo/a, hasta hacerlo “desaparecer”,
haciendo, en algunos casos, que el niño o la niña inventen que su padre abusó
sexualmente de él /ella.
Acerca de las raíces
teóricas del PAS
Desvelar la ideología que sustenta el PAS, implica enfrentarse a un sinuoso
y conflictivo camino, plagado de debates en los que se entreveran algunas
razones científicas con implacables deducciones jurídico-patriarcales.
Los orígenes del PAS, se hallan en la teoría de la sexualidad humana de
Richard Gardner, una teoría según la cual, el contacto sexual adulto-niño es benigno
y beneficioso para la reproducción de las especies. Esta teoría interpreta
el incesto y la pedofilia como benignos, como conductas no-abusivas y es el
reflejo de aquellos activistas que defienden la pedofilia como un modo de “orientación
sexual” posible.
Sobre esta banalización de lo siniestro, el PAS se erige como un constructo
que, al partir de premisas falsas, arriba a conclusiones aberrantes, que como
tales, producen perplejidad y confusión.
Algunos de estos presupuestos sobre los que se asienta el PAS, afirman:
* Que los niños son fácilmente programables.
* Que los niños mienten y pueden sostener una mentira, sólo por dañar a
otra persona, aún cuando vaya contra su propia voluntad e intereses.
* Que los derechos de los niños deben quedar subsumidos a los derechos de
los padres.
* Que es necesario coaccionar a un niño para encauzar su conducta
en los criterios de normalidad subjetiva que consideren los adultos
implicados.
Presupuestos que echan por tierra años de estudios y comprobaciones acerca
del pensamiento y del psiquismo infantil; a la vez que arrasan con los logros
jurídico-sociales de los Derechos Internacionales de la Niñez.
Acerca de los sesgos
misóginos y discriminatorios del denominado PAS
En el invierno de 1989, en un ejemplar de la revista “Paternidad Americana,
La Voz de la Paternidad Responsable y Dedicada”, de la Organización Nacional de
Padres, de la ciudad de Camden, Delaware, aparece publicado un artículo firmado
por Richard Gardner: "Parental
Alienation Syndrome”, en cuyo subtítulo interroga. "¿Por qué algunas madres ejercen todo
su poder para expropiar al niño del padre? ¿Qué puede hacerse?"
En este texto, los sesgos de género abiertamente adversos hacia la mujer -
que en el principio de sus trabajos se vislumbraban - se hacen evidentes y
manifiestos. No obstante, en los últimos años, debido a las críticas que
recibió en este sentido, en especial desde los movimientos de mujeres, R.
Gardner adaptó la estética de su discurso a las circunstancias, aunque los
contenidos y fundamentos de todos sus escritos continuaron - y continúan desde
sus discípulos - orientados en el sentido original.
En 1991, R. Gardner, publica (siempre desde su propia Editorial) “Sex Abuse Hysteria: Salem Witch Trials
Revisited”, en el cual escribe que "la histeria del abuso sexual
está omnipresente" (1992, p. xxv), criticando a profesionales de la
salud mental, investigadores, fiscales y abogados que intentan proteger y
defender los derechos de la infancia en este debate. Por ejemplo, Gardner acusa
a algunos fiscales y querellantes de “gratificar
su propio deseo sexual y tendencias sádicas a través de su intervención en
casos de abuso sexual”(sic) llegando a afirmar que "Hay un poco de pedofilia en cada uno
de nosotros" (p. 118).
John E. B. Myers, sostiene: “...en mi
opinión, muchos de los escritos de Gardner, incluyendo su Parental Alienation
Syndrome, son discriminatorios y prejuiciosos contra la mujer. Esta parcialidad
de género “infecta” el síndrome, y logra una poderosa herramienta para menoscabar
la credibilidad de las mujeres que denuncian abuso sexual infantil. Porque el
PAS perpetúa y exacerba la discriminación de género contra la mujer, yo
considero que el síndrome arroja mucha más sombra que luz sobre este difícil
tema...”
Con el paso del tiempo, y gradualmente, R. Gardner, logró posicionar este
supuesto síndrome en la justicia: en los litigios de divorcio y por la custodia
de los/as hijos/as, en contra de las madres, y de modo muy especial, cuando
surgía una acusación de incesto.
Acerca de la admisión
a prueba del PAS en la justicia
A través de su utilización, en especial en el ámbito judicial, este
pretendido síndrome, se fue instalando entre los psicólogos, abogados/as,
peritos y funcionarios/as de la justicia. Su utilización se multiplicó
exponencialmente y obturó toda racionalidad crítica en gran número de
profesionales que avalaron y sostuvieron “sin cuestionamientos” lo propuesto
desde la mente de este médico norteamericano.
El debate acerca del PAS, comenzó en USA a fines de los años 90'. En ese
momento, en los estados Unidos de Norteamérica, profesionales, Instituciones
especializadas, y gran parte de la Comunidad científica, publicaron
bibliografía y críticas a través de las cuales fundamentaban la importancia de no
considerarlo como instrumento diagnóstico, aludiendo a los graves errores de
los cuales adolecía este supuesto síndrome: “...La
Asociación Médica Americana - AMA - y la Asociación de Psicólogos Americana -
APA - , lo inhabilitan para configurar un síndrome diagnóstico - en el sentido
estricto del término- ya que no han sido hechas pruebas que lo convaliden ni su
autor ha expuesto a consideración de la comunidad científica los datos en los
cuales se basó para configurarlo...”
En 1996, un trabajo titulado: "Cuestiones
y Dilemas en Violencia Familiar", producido desde la Asociación de
Psicología Americana, por el Grupo de Trabajo de Expertos acerca de La
Violencia y la Familia, analiza, entre otras cuestiones, la utilización del PAS
en el ámbito de la justicia, aludiendo a los fundamentos de R. Gardner y
arribando a las siguientes conclusiones:
El personal judicial no sólo debe ser advertido que el PAS no está
reconocido como un síndrome médico por la AMA (Asociación Médica Americana) y
la APA (Asociación Americana de Psicología), sino que el empleo de este dudoso
síndrome como un instrumento adaptado para quitar la tenencia cuando las madres
aducen abuso, no puede ser acallado...
En 1998, la APA, en un artículo que firma Scott Sleek (14),
vuelve a expresar su preocupación acerca de la utilización del PAS en la
justicia: “...Por ejemplo, algunos jueces
de familia han denegado a una madre divorciada, la custodia de sus hijos,
basados en "un diagnóstico" del “síndrome de alienación parental,
Richard Gardner, MD, acuñó aquel término en 1987 para describir a un progenitor
-generalmente la madre- que trata de volcar a sus hijos contra el otro
progenitor. Mientras los psicólogos acuerdan, que en algunos casos podría
presentarse esta conducta, esto no lo acredita como síndrome de alienación
parental ni que sea un elemento diagnóstico válido, y no debería ser admitido
en casos de litigios por la custodia de los hijos...”
La Asociación Médica Americana y la Asociación de Psicólogos Americana
concluyen: "El trabajo de
Richard Gardner jamás ha sido revisado ni reexaminado. Él logró posicionar este
tema a través de la publicación de sus propios trabajos en su propia editorial:
“Creative Therapeutics”, fue su propio editor de los 30 libros que publicó
desde entonces, incluyendo “Parental Alienation Syndrome”.
Ambas Asociaciones, han advertido acerca de las graves consecuencias que se
sucedieron durante estos 20 años, a través de la admisión del PAS en la
justicia y su aplicación por parte de los jueces. Se han descrito casos de
niños y adolescentes que se han suicidado al ser obligados a convivir con el
padre que solicitaba el cambio de custodia, niños que presentaron cuadros
psicopatológicos severos, y homicidios por la acusación a la ex pareja de haber
producido el PAS.
Obviando todos los debates y textos que alertaron acerca de la falta de
rigor científico y de su validez, los argumentos y el propio síndrome de
alienación parental, fueron -y al día de hoy lo son- utilizados por
profesionales a quienes les ha sido -y continúa siendo- funcional la
utilización del mismo en el marco de los litigios en la justicia.
La gravedad de estas estrategias reside, en especial, que arrasan contra
los derechos de quienes dicen querer proteger: los niños y las niñas,
convirtiéndoles en protagonistas y víctimas forzadas en un escenario donde se
les avasalla en su integridad y en sus Derechos, de modo siniestro, al provenir
desde quienes deben protegerles.
Lic. Sonia Vaccaro (*)
Fuente: http://www.isabelmonzon.com.ar/sindromePAS.htm
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