La justicia en
temas de familia, tanto en lo referido a los procesos de separación y divorcio
y a la tutela sobre los hijos menores, ha empezado a dar como válido en España
la alegación del llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP)consistente
según explica en términos coloquiales la psicóloga Sonia Vaccaro en “la
influencia malintencionada de uno de los progenitores sobre el menor para que
tenga una mala relación con el otro y en consecuencia lo rechace y no quiera
estar con él”.
Lo que ocurre,
en opinión de esta psicóloga, es que ni la psicología, ni la psiquiatría
reconocen la existencia de este síndrome “porque no cumple las características
clínicas necesarias y porque su enunciación fue el resultado de un delirio del
estadounidense Richard Gardner que ideó el SAP para defender a un varón acusado
de incesto”. En realidad Vaccaro asegura que “es un nuevo elemento procedente
de la cultura patriarcal que tiene como misión perjudicar a la mujer y ejercer
violencia sobre ella”.
Sin embargo y a
pesar de la rotundidad con lo que lo anuncia, distintos jueces lo tienen en
cuenta y fundamentan sus decisiones judiciales basándose en el llamado SAP.
También el defensor del Menor de la Comunidad de Madrid en el año 2002 ha
subvencionado, según Vaccaro, un libro escrito por un profesional andaluza de
la psicología en el que se justifica la existencia de este síndrome. Lo más
grave de todo el proceso es que “su reconocimiento legitima las relaciones
entre adulto y menor y recoge la idea de Gardner de que el menor puede llegar a
provocar situaciones sexuales”.
Las primeras
victimas del SAP en España se han organizado y, en concreto, dos menores en su
día y hoy adultos, han hecho una petición al Parlamento Europeo y el pasado 24
de mayo han recibido respuesta instando a la Comisión Europea a
tomar medidas y a estudiar el asunto.
En los últimos
años los profesionales que denuncian y se sitúan enfrente de este mal llamado
síndrome alertan de una “metamorfosis del SAP” para pasar a llamarse
“obstaculización del vínculo o interferencia parental”. Y es con estas nuevas
denominaciones como se recoge en las numerosas sentencias pronunciadas por los
tribunales. Vaccaro asegura que “en el 77% de las causas civiles por la
custodia de los hijos hay referencias al SAP y en el 23% de las penales”. No
obstante, a su juicio lo más grave es que “se trata de una nueva forma de
violencia de género aunque este invisibilizada”.
Los
profesionales denuncian que detrás de estos movimientos y de “la teorías de la
amenaza” está un sustrato patriarcal evidente y la reivindicación de los
conservadores de una prevalencia del hombre sobre la mujer. Para contrarrestar
esta ofensiva, las asociaciones de mujeres invitan al asociacionismo y a la
denuncia, para evitar lo que ya sucede en Italia, donde el SAP está incorporado
a la ley de familia.
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