El
humor nos lleva a los tópicos y los tópicos nos llevan a las listas, y aunque unos y otras
suelen ser injustos, divierten y mueven a la risa, así que nos los permitimos.
Hay que saber reconocer cuándo uno –uno:
varón estándar en edad de merecer, ni guapo ni feo, ni católico ni sentimental–
ha dado con la chica equivocada. Porque eso de que todo el mundo es
bueno para todo el mundo no es verdad: hay chicas equivocadas. Hay mujeres
que, en la versión caricaturesca y estereotipada que aquí expondremos, pueden
hacer de tu vida un verdadero infierno de los más diversos modos posibles.
Debes saber reconocerlas y huir de ellas cuanto antes, no vaya a ser que en
menos de nada te veas enredado en una relación con la que claramente parece ser
tu peor enemiga. Como decimos, las hay de varios tipos y colores. Éstas son las
peores:
1. La hacker
Habéis quedado para tomar unas cañas y al
llegar la notas un poco tensa. En un momento dado de la conversación, como
quien no quiere la cosa, ella te pregunta: "¿Por cierto, quién es Anita
Love?". Tú, tranquilo, normal, dejando la caña en la mesa, le cuentas
que es una amiga con la que ibas a clase de inglés. "Ah, vale, no, por
nada, es que he visto que le has dado a 'me gusta' a una foto suya y
nada, sin más, lo típico, luego he mirado cuántos amigos teníais en común,
en cuántas fotos salíais juntos, los comentarios que os habíais dejado y nada,
lo típico, ¿sabes?, por curiosidad. Sólo quería saber quién era, porque su
perfil lo tiene semi-privado, y sólo sé que tiene cuatro hermanos, estudia
ingeniería, es de Valencia y tiene un perro, pero nada, lo normal, por
saber".
2. La dramas
Esta vez habéis quedado en un restaurante
un poco bien, de esos en que se habla bajito y es mejor no ir en zapatillas.
Ella aparece guapa, radiante, con unos pendientes nuevos y un vestido bonito,
relajada, sonriente. No obstante,nada es lo que parece en el mundo de las
mujeres cuyo pasatiempo principal es montar escenas. Y tú vas y la llevas a
un sitio silencioso. Probablemente antes de la segunda copa de vino esté
gritando y llorando porque no la escuchas, o porque no la entiendes o porque su
vida es compleja y tú eres un imbécil. Mientras tú ahí, en la silla, plantado,
perplejo y pensando: "Joder, para un día que me pongo americana". Si
no aprende a sosegarse, déjala.
3. La que ya tiene vestido de novia
Os conocéis en un bar cualquiera, os
hacéis gracia, la invitas a dos copas, ella te ríe cuatro bromas y acabáis
echando un polvete casual en tu sofá. Hasta aquí todo bien. Ella es
razonablemente guapa, está razonablemente buena, es muy simpática y, además, se
ríe de tus chistes. Sin embargo, en ese momento poscoital en que tú te
enciendes un cigarro y crees que el mundo no puede hallarse en una paz mayor,
todo relajación y disfrute, ella dice algo tipo: "¿Te imaginas que
terminamos casándonos?". O bien: "Siempre me he imaginado mi vestido
de novia sin mangas y con una cola con encaje". O quizás: "Estoy
deseando presentarte a mis padres/damas de honor/testigos". En ese
momento, e intentando no ser demasiado descortés, debes echarla de tu casa. Sí,
sí: echarla. Si te quedas dormido, tal vez despiertes con cojines bordados en
tu sofá.
4. La que es más hombre que tú
A ver, está genial salir con una chica a
la que puedes mirar de tú a tú, que no espera que lo pagues todo ni que lo
hagas todo por ella, una chica a la que te puedes llevar de cañas con tus
amigos y todo fluye. Eso es estupendo. Pero tampoco hace falta que abra las
birras con la boca, ni que sepa más de fútbol que tú, ni que quede con tu
colega para jugar a la Play. La chica con la que estés debe hacerte
sentir seguro, no poner en duda todos y cada uno de los puntos sobre
los que se sustenta tu virilidad. (¿Tu qué?)
5. La eco-vegetariana-feminista
No sé si te has dado cuenta, pero desde
que sales con ella sólo comes hierba y tus amigos están empezando a enfadarse.
Sobre todo porque ahora resulta que ir en coche es nocivo para el planeta
("Pero tío, ¿y el viaje a la playa? ¿Cómo que en bici? ¿Pero cómo nos
vamos a ir a Barcelona en bici?"). Ella no se depila, ama a los animales
(aunque se coma su comida) y vuestro plan de sábado es ir a una manifestación
en la periferia de Vallecas a favor de la liberación de la mujer en los países
africanos, pero también de la mujer en general. Si te convencen sus
principios, no tenemos nada que decir.Pero piénsalo. Piénsalo mientras
recuerdas lo que te gustaban las hamburguesas con doble de queso, mientras
sientas –cual madalena deProust– un hilillo de ketchup cayendo
por tu mejilla derecha.
6. La que habla todo el rato con su madre
Es estupendo que sea familiar y que
mantenga estrechos lazos con sus progenitores, pero no es normal que
alguien hable doce veces al día con su madre. Nunca. Porque al final
terminarás dándote cuenta de que en realidad las decisiones que toma, las cosas
que se compra y las tonterías que te dice son todas ellas fruto de un consenso
materno-filial. Y tú ya tienes suficiente con lidiar con una mujer de 24 años,
como para tener que vértelas también con una de 50.
7. La que quiere ser tu madre
No es raro oírla sentenciar frases como
"haz lo que quieras", "¿otra copa te vas a tomar?",
"abrígate, que hace frío", "déjate las uñas, hombre",
"pero Luis, ¡ese vocabulario...!". Ella lo que quiere es un
hijo, y tú ni eres el suyo ni quieres darle uno (de momento). Las
parejas están hechas para ser un vis à vis equitativo, y no
para encontrar a alguien que te doble los calcetines. Reflexiona al respecto y,
en caso de que lo consideres pertinente, déjala. Por eso no puede castigarte.
8. La que de todo quiere hacer una ocasión especial
Es estupendo generar momentos bonitos,
aprovechar la pasión de los primeros días y ver las bondades que nos ofrece la
vida cuando estamos enamorados. Pero es absolutamente insoportable tener
que disfrutar del momento todo el rato, captar la esencia
mágica que rodea a este par de huevos fritos con patatas, observar el misterio
que alberga el camión de la basura. Eso no. Probablemente se pase el día
haciendo fotos y escribiendo frases que capten un montón de cosas, pero no haga
nada en realidad. Olvídate.
9. La que pasa de todo
Le da un poco igual que quedes con tus
amigos, le parece perfecto que te vayas de viaje en Semana Santa a ver a tu
exnovia que está de Erasmus, no tiene ningún problema con que trabajes el día
de su cumpleaños. De hecho, le da igual hasta que te enrolles con otra. Y,
siguiendo la lógica equitativa que toda relación debe contemplar, no tiene
reparos a la hora de enrollarse con otro. Por si no te está quedando claro,
eres simpático, tenéis buen sexo, se lo pasa bien contigo y os gustan las
mismas pelis, lo que siempre es socorrido. Pero le das igual. Y te va a dejar.
Esta vez –y ahí es cuando las mujeres se vuelven más insoportables– la que se
larga es ella.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-02-02/corre-antes-de-que-sea-muy-tarde-las-clases-de-mujer-con-las-que-nunca-deberias-liarte_80312/
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